La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.

La ley del libro

Venía para acá pensando que para hablar de la Ley del Libro primero habría que poner en contexto algunas pocas cosas.

Podríamos decir que en Argentina hay más de 1500 librerías y más de 2000 editoriales registradas, de las cuales alrededor del 80% son PyMEs.  También podríamos mencionar que el 90% de los libros de estas editoriales se imprimen en la Argentina y producen más del 60% de las novedades que circulan. Deberíamos decir que La cadena del libro brinda trabajo a miles de personas en todo el país o que la cultura aporta a la economía de Argentina el equivalente al 2,4% del PBI total pero todo esto no son mas que números, importantes para mí, pero al final puros números; así que hoy voy a confesarles una cosa y después ustedes verán si les cierra o no.


Hoy quiero blanquear mi fanatismo por las comedias románticas. Hace casi 25 años Ton Hanks y Meg Ryan, que vendrían a ser una versión vintage de su Zendaya y Ton Holand, (que otra cosa es Spiderman sino una comedia romántica) protagonizaron una película llamada Tienes un email. La trama era sencilla. Meg Ryan propietaria de una pequeña librería de cuentos infantiles, ve peligrar su negocio cuando una cadena de grandes librerías abre un local al lado de ella. Conoce a Tom Hanks, hijo del dueño de la cadena y se enamoran, pero por mail (SI MAIL) sin saber quien es quien.

Pero esto no es lo importante, lo realmente importante es que el Ton Hanks físico se enamora de Meg Ryan cuando entra a su pequeña librería y la ve atendiendo a una niña y leyéndole un libro que ella misma leyó de chica con su mama. Ton se vuelve loco y quiere repetir esa experiencia en su cadena ¿Y saben qué? No puede. Sus vendedores no saben de libros, no les interesa esa experiencia, ni los lectores. Simplemente carecen de ese amor por el oficio y además el libro, como no es un best seller, no esta en la librería.

La ley del libro nos dice que se debe fijar y respetar un mismo precio de venta al público en todo el país. Pero lo que en realidad la Ley (que es una buena ley) hace es algo más trascendente. Infinitamente más importante. La ley protege la pasión. Protege el amor. Protege el oficio, da oportunidades. La Ley brinda igualdad de condiciones. Pequeñas librerías de barrio, puertas adentro o virtuales puedan competir con las grandes cadenas. Pequeñas y medianas editoriales y escritores emergentes pueden aspirar a un pequeño espacio de visibilizacion junto a los monstruos del Bestseller y la propaganda pero sobre todo La ley 25.542 protege la Bibliodiversidad y la pausa.

¿La pausa? 

¡Si! 

La PAU-SA 

¿Qué otra cosa es la decisión de editar poesía, fanzines, voces disidentes sino ponerle pausa a la maquinaria del capital? ¿Qué otra cosa es armar una editorial o una librería en tu casa, con amigues o solx sino ponerle pausa a la dinámica de la oficina y la fábrica?

La épica del siglo XXI es la Pausa

Entonces su derogación va a significar la desaparición de librerías barriales y, a la larga, de pequeñas editoriales y de las voces emergentes. El precio promedio de los libros va a subir, pero más importante que eso es que si se saca va desaparecer el oficio. La pasión. El amor. La diversidad. 

Bien esto es todo lo que tengo para decir hoy sobre este tema. Sigamos bailando y recitando, luchando y sosteniendo estos espacios porque como dice Fito “No todo este perdido yo vengo a ofrecer mi corazón”. 

Gracias por todo


Texto leído por nuestro editor Marcos Gras en el ciclo Mover la lengua realizado en el CentroCultural Konex el 14 de enero de 2024

Mi carrito