Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario.

El nuevo poemario de Gustavo Yuste vuelve a línea melancólica de La felicidad no es un lugar. La particular mirada de este poeta sobre la cotidianidad y su alucinante capacidad para encontrar en las cosas más insignificantes reflexiones sobre los estados de ánimo, sobre el amor, la soledad y la tristeza recorren los versos de este libro. Es sin dudas la marca registrada de Gustavo Yuste quien es capaz en su poesía de ser contundente con versos cortos como Tiempos verbales ¿Un homenaje a Santoro quizás? y a la vez igual de capaz de moverse cómodo en poemas de otra extensión como Rescatistas sin perder por ello un solo gramo de esa sensación tan hermosa y tramposa que abraza a los grandes poemas. Las grandes obras; esa en la que uno piensa ¡esto se me podía haber ocurrido a mí! Si pudiera ser pero no paso. Por suerte esta Gustavo y sus libros. ESTE LIBRO: Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario para que nos aferremos a esa sensación hermosa y traicionera de que escribir es sencillo una vez más.